Los olores y tentaciones que produce un chocolate, irrumpen en la concentración de cualquiera.
Cada vez que mordemos un crujiente cuadrito de un chocolate, entramos en un éxtasis de sabor, por aquella delicada y satinada mezcla que se derrite en nuestras bocas. Es que vivir sin comerse por lo menos una barra de chocolate por semana, es no disfrutar de los pocos placeres que nos da la vida.
Siempre hay algun@ que tiene sus excusas: ayyy no me gusta, ayyy es que me engordo, me salen espinillas. La verdad es, que un chocolate no tiene que ser calórico; al revés. Un chocolate aporta una gran cantidad de energía y nos produce endorfinas, que se consiguen sólo con ejercicio o sexo ( algunos tenemos pocas dosis… o sea de endorfinas).
Lo cierto es que como siempre he dicho, el verdadero amante del chocolate, disfruta de él sin necesidad de que sea dulce. Por ejemplo una barra de chocolate blanco de Cookies and Cream, de una marca que empieza con H, es pura manteca de cacao. En cambio una barra al 75% con chile o pimienta, tiene cerca de 125 calorías. O sea, nos podemos comer la barra entera!
Eso del 75%, es el porcentaje de cacao que contiene la barra, por lo tanto indica la pureza. El 25% que queda se distribuye en grasa, azúcar o leche.
Otra idea para disfrutar de un buen chocolate sin calorías, es poner sobre el fuego 3 tazas de leche con dos cucharadas de cocoa pura en polvo, agregarle un poquito de canela y una cucharadita de licor (amaretto, ron, lo que les guste), lo endulzan con un paquetito de edulcorante y cuando haga el primer hervor lo quitan del fuego. Voilà, chocolat au lait!
En fin, no se priven de las delicias que nos provee este planeta. Sería terrible que cometieran el pecado capital de Joey Tribbiani: Pegarle un mordizco a un chocolate y guardarlo en la refri! : (
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