Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales, Mahatma Gandhi. ¿Y si escogemos otra medida para juzgar a nuestro país? No vaya a ser que nos tachen de asesinos, inhumanos, violentos y trogloditas.
Cómo pasar sobre una bola de fútbol desinflada, así atropellan a los perros en nuestro país. Sí así, como si fuera un objeto inerte, que no percibe dolor alguno. Uno que otro frenaría… pero por la bola, para inflarla y ´´echarse una mejenga´´. Así somos los ticos.
Los miles de perros abandonados, atropellados, quemados, amarrados sin alimentarse hasta morir de hambre. Los gatitos en bolsas que tiran a los ríos o matan a patadas, son sólo muestras de la horrorosa violencia que nuestros ciudadanos aceptan como el pan de cada día.
Bastante común para cualquiera es ir a perder a un perro, porque simplemente ´´ya no me gusta´´ o ´´uyy es que se orina adentro´´. La decisión más fácil para el costarricense es abandonar o encadenar de por vida sin preocuparse, porque hacerse responsable de que las cosas cambien nos causa excesiva fatiga y podría interrumpir la programación televisiva.
Claro, es que de por sí por ser animal no cuenta si se muere de hambre o si un par de motociclistas juegan a ver quién lo mata primero. Mientras no hable humano, no es una barbarie.
De esas mascotas que nos dio pereza cuidar (llámese mono, gato, tortuga, pececito) y quedan en el limbo, hay 5 por cada uno de estos 4 millones de desalmados. En la escala de Mahatma Gandhi seríamos algo así como Haití, hace 600 millones de años, donde no hablábamos, solo hacíamos ruidos extraños, pero ubicándonos en el año 2065 y donde el resto del mundo habla el mismo idioma.
A pesar de que existan 20 millones de animales masacrados y abandonados en las calles de Costa Rica, para un montón de ´´ciudadanos civilizados´´ es una idea magnánima comprar un espécimen costoso y reproducirlo para sobre valorar la experiencia y la capacidad de tan inteligente compra. De todas formas la idea es ganarle a los chinos a como dé lugar (China: actual aspirante a 1era potencial mundial) y así parecer civilizados, aunque sea en reproducción.
Lo que más se disfruta de la ´´civilizada´´ cultura costarricense es ver como el montón de ticos, como en una historia de Alicia en el País de las Maravillas toman el gusto y la responsabilidad animal como una opción. Pero es realmente preocupante que a pesar de existir la bandera roja de emergencia nacional desde hace unos cuantos años, muchos ni siquiera la han notado. ¿Será que hay una epidemia de daltonismo?
El gobierno de Costa Rica, por el contrario quiere devolverse 700 millones de años más y decidió asignar a María Luisa Ávila como ministra de salud, ´´ filántropa y graduada en humanismo´´, que sólo evidencia la particular postura del Gobierno.
La disyuntiva de todo esto yace en que Laurita quiere erradicar la violencia y delincuencia en nuestro país, para ser más competentes a la hora de aplicar para país del primer mundo, pero no es cierto que el 80% de los asesinos maltrataban animales antes de cometer sus primeros delitos… ¿Qué estaremos incubando?