Sacando conclusiones de una investigación acerca de las leyes a favor de los animales en Costa Rica, descubrí el agua caliente. Sí, la verdad que es muy obvia pero que nadie se detiene a ver.
Se los digo en serio, ya sé de quién es la culpa de los problemas de este país. Es más, casi que con mencionar al culpable les doy la solución.
Tuve la suerte de ser iluminada con un poder divino que me guió para encontrar a los fatalistas dañinos de nuestra democracia y aunque no lo crean, al final del túnel no era Laurita la que aparecía. Tampoco era Migue ni Rafita, ni muchos menos ‘’El Cirque du la Asamblea’’.
¡Y adivinen quién era! ¡Era yo! Si yo… y usted y su vecino, su tía, el pulpero y hasta el mae del Cayenne que se pone la bata blanca y le hace un listado de todos sus males.
Pero, ¿por qué?
Bueno muy sencillo. Les pongo de ejemplo el tema de los animales.
La ley 2391 de inscripción y matrícula de perros (que debe ejecutar cada municipalidad) data de 1959. Imagínense que la ley de licencia, identificación y control de perros de Nueva York anda por 1980. Con sólo esto podemos decir que nuestro país iba años luz en materia de legislación ( o sea no es la Asamblea la culpable).
Ahora, podríamos culpar a las municipalidades, no lo cumplieron.
Pero buscando y buscando, las munis no tienen ni idea de la ley. ¡Hmmm que raro!
De nuevo otra adivinanza, ¿A quién le toca exigir que se cumplan las leyes municipales?
Sorpresa, sorpresa; a los habitantes de su cantón.
La pereza, la desinformación, el ´´ay no es que un proceso legal dura mucho tiempo y en este país no sirve de nada´´ son los culpables de la dejadez de Costa Rica.
La cultura de: no lo voy hacer, mejor que otro lo haga; el: que aburrido, mejor no me meto en problemas; nos han dejado atrás siendo ´´el pueblo de Costa Rica´´, en vez de ser ´´Costa Rica, la gran nación´´.
La inseguridad, la crisis económica, el desempleo, eso dejémoslo para los gobernantes.
Pero, ¿Qué estoy haciendo yo ahora por mi País, además de quejarme de Laurita y los huecos de Sabanilla?
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